Era musa aquella noche,de un rito que trataría de hacer sufrir las ansias sin ser visto,sin ser escuchado por nadie;simplemente estaría en mis manos y forcejearía tratando de ser evasivo,controlando la sabia bruta que impregnara mi desdén en pequeñas fechorías.
Una danza de siete velos,que no renunciaría a sus movimientos siempre que acariciara mis caderas y dejara que mis pasos marcaran el inicio de un nuevo retroceso.
Es bello anochecer en medio de una danza como esa. Es muy sensual tu poema,pleno de sensaciones.Quiero conocer más de tus letras,te felicito por comenzar éste blog, cuando vuelvas por mi rincón será señal que debo visitarte,para ver que camino sigues...y seguirte.
ResponderEliminarSaludos,Mía.
La primera emoción que vino a mis boca y dedos fue ¡erotismo! Erotismo tratado con sensualidad y suavidad.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Una noche muy intensa.Erotismo puro..:)
ResponderEliminarGracias!