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9 feb 2012

Me llamo Dolores



¿Que mirada huídiza,
comparte la pedantería?

Solamente el relámpago
que tras la pared enseña su mordaza,
vive bajo la tumba del mordedor
siendo compañía de un gran filo de sangre.

Un derrame que en su huella caída
dejó limpio el maleficio.
Buscada fué,
para ir derramando el contínuo sudor
en su hombría.

¿Que frialdad asustadiza,
vuelca el augurio de los años
en el gran desván de la sombra penitente?

El tiempo se desliza como bálsamo
que concentra la hiel
y en sus pequeños reproches,
va sosteniendo en vilo mi alma.
Aleatoria quedan semejanzas y respuestas
que toman la indecisión de sobrevivir.

Rio que al penetrar en sus revuelos
se condensa,
manos que hacen florecer esperanzas en su fín,
rostro que en su delirio
transforma la obsesión en su calma.



Este poema fué escrito por mí el 13.08.2010. Retocando hoy ciertas expresiones, he querido exponerlo ante todos los que me visitan.