Noche tardía en su augurio
¿quién quiere,velar de su compañía?
el silencio se descalza complaciente
tú,viva música de relente.
Calma su sed entre ráfagas,
columbrea su aroma,
y el encarnado vestido que viste
¡oh! quién pudiera ser más bella.
Un pétalo de esa linda rosa en tu boca,
y cuando el pliegue se realza entre las sábanas,
bien se ensalzan las candelas
arde el fuego
y se libera.