Una lazada que permitiría quedar consistente entre nuestros brazos,fué rasgada con gran dolor entre palabras sin ser entendida;causando el desligamiento de las voces que decían las verdades y que entre nudos,ofrecían lo más profundo de nuestros sufrimientos.
Deplorando nuestros pensares,elogiamos el saber detonar lo poco de nuestro conocimiento en la vida,que a veces creaban confusiones de derrotamientos.
Siempre se marcaba un espacio,para ir dejando un pequeño lazo que influyera en la fortaleza de nuestra fraternidad,hasta que un dia su fluidez fuera fuente de energia para encontrarnos en el camino.
Hoy a desaparecido todo aquello que ataba nuestra cuerda y por mucho que se ha insistido en reanudarla,no se ha podido hacer nada.Es triste decirlo,pero la vida sigue.
Hola Mía...triste historia, pero la vida es así, no hay lazo que no se rompa ni plazo que no se cumpla...pero cuando una puerta se cierra, otra se abre, y como tú dices, la vida sigue...no es el fin del mundo...Un placer leerte, recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPuede haber palabras dichas con verdad al momento de decirlas.Eso no quita que con el paso del tiempo,los lazos se aflojen, las palabras sean otras.Hasta que la cuerda se rompe, no pudiendo repararse.
ResponderEliminarSaludos,Mia.
Cuando las cosas no pueden ser y se ha hecho lo pòsible y no se logra, es preferible seguir el camino sola. Una entrada con algo de tristeza pèro con decisión madura. Un abrazo.
ResponderEliminarCuando las cosas no tienen remedio , luego de haberlo hecho todo, hay que seguir el camino. Duele mucho pero el tiempo sana las heridas y el sol vuelve a salir. Serás muy feliz, no lo dides, porque el amor voverá a llamar a tu puerta. Un abrazo.
ResponderEliminarExacto la vida sigue.
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