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26 oct 2011

Como la vida misma

Naciste siendo un juguete viviente rodeado de tanta riqueza,que se desbordaba hasta en los rincones más inverosímiles de aquella casa.

Fruto del "Gran señor",hombre que de honores lo llenaban por donde quiera que fuera;ya que era fuente de sanar a quienes pedían de su ayuda.
Y de la "Señora",mujer astuta,perspicaz y de gran nobleza.Luchadora y buena madre.

Cuando fueron pasando los años,aquel juguete demostró ser un estorbo ante el "Gran señor" y fueron duras sus conductas hacia el.
Hasta llegar a desprenderse de lo más valioso que tenía en el momento,la persona que le dió la vida.
Lloró,golpeó,gritó,no podía comprender el por qué de todo ello.

Un dia de regreso a casa,se encontró con que la sirvienta yacía sentada en la butaca,como dueña y señora de la casa.Le miró y sonrió.
En ese instante el "Gran señor",salió de su despacho y le dijo:
-Quiero hablar contigo,¡siéntate!-
-A partir de ahora Celia (la sirvienta),vivirá con nosotros,bajo este mismo techo.Y quiero que te dirijas a ella como mi mujer,ya que dentro de unas semanas será tu nueva madre.-

El chico se quedó totalmente en silencio,propinándole un gran escupitajo a sus pies y salió de casa dando un gran portazo.


                                                                                                                                          Continuará

2 comentarios:

  1. Que rara forma de decir.

    Saludos cordiales.

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  2. que riqueza de lenguaje con esta narración, creativa con lo que escribes y un buen ritmo, coherencia perfecta.
    es un placer comentarte.
    un abrazo desde brasil
    tu amigo:gonzalo

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