Charlie: Hola Charlie! ¿que haces?
Charlie: ¡No,no! ,se queda detenido cabeceando de un lado para otro,sin erguir su rostro en ningún momento.
No eres digno para regresar a mi casa
y conocer mis terminantes temores
esos que derrochan y deploran;
los que confunden y me controlan;
quienes regentan autoridad
y consiguen entremanos una elocuente parodia.
Es mi retorcer,
que encauza el desvío a la arrogancia
y que permite que el embrollo emprenda
con fuerza su venganza;
sin detener al murmullo que me enlaza
y quien carcome mi vida,sin confianza.
Estimada Mía, he incursionado en tu blog y he quedado impresionado con tus excelentes reflexiones, repletas de vivaz colorido literario, imaginación y creatividad.
ResponderEliminarCon mucho aprecio,
Gracias por tus palabras.Bienvenido!
ResponderEliminarDe a poco, voy encontrarme con otro pálpito de la poesía, otra forma y una espontaneidad a la que habremos de poner mucha atención. Disfrutable tu oficio. Felicitaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.